En el tejido urbano de Valladolid yace un legado histórico que evoca tiempos de industrialización del siglo XIX y XX. Estos son los remanentes de una era que impulsó el desarrollo económico y social de la ciudad, principalmente estimulada por el ferrocarril. Este patrimonio arquitectónico es nuestra memoria vivida.
Estos monumentos industriales ofrecen un potencial único para su revitalización. Sin embargo, la realidad es desalentadora, puesto que nuestro patrimonio industrial parece ser olvidado día tras día. El depósito de locomotoras, los antiguos talleres de RENFE y la emblemática azucarera de Santa Victoria, entre otros, se encuentran en un estado de abandono que amenaza su existencia misma.
La situación actual de nuestro patrimonio industrial
El depósito de locomotoras
Situado justo al lado del Arco de Ladrillo, a escasos 15 minutos andando de la Plaza Zorrilla, el depósito de locomotoras representa una pieza clave de la historia ferroviaria de Valladolid. Fue el primer depósito de locomotoras del mundo proyectado (en 1863) con forma de herradura, en vez de forma completamente circular. Actualmente es, con bastante seguridad, el único que queda en Europa con esta forma. Además, debido a sus sucesivas reformas, esta infraestructura es una representación de la arquitectura industrial de diferentes épocas [Javier Bastida Ibáñez, ASVAFER].
Estuvo en actividad hasta mediados de los años 60, cuando el declive de la tracción a vapor propició su cierre. Hoy en día, su estructura se desvanece gradualmente en el olvido, sin que se vislumbre un plan para su conservación o rehabilitación.
Los antiguos talleres de RENFE
Los antiguos talleres de RENFE, actualmente abandonados frente a la estación de trenes de Valladolid, enfrentan un destino similar. La vorágine urbanística, que caracteriza a muchas otras ciudades contemporáneas, amenaza con borrarlos de la memoria de los vallisoletanos. El Plan General de Ordenación Urbana actual (PGOU de 2020) prevé la eliminación de la mayoría de estas naves para dar paso a una nueva ola de edificios residenciales.
Fotografías de Juan Carlos Quindós de los talleres de RENFE en 2008
La Azucarera de Santa Victoria
Esta azucarera es una de las primeras fábricas en surgir para suplir la pérdida del suministro de azúcar que hasta entonces llegaba de Cuba. Fue construida en 1899, en un contexto de crecimiento económico en Valladolid fomentado por la llegada del ferrocarril. Se complementó con la fábrica Alcoholera del Camino viejo de Simancas, de la que hoy no quedan ni las huellas [Ruben_HC, ArquitecturaVA].
La fábrica cerró en 1995 y en 2005 el Ayuntamiento se propuso recuperar esta zona con un parque dotacional. Sin embargo, el plan urbanístico nunca se implementó al completo y la fábrica permaneció vacía. Más recientemente, los planes para su rehabilitación como viviendas para jóvenes han sido descartados por parte del Ayuntamiento, manteniendo este monumento en un limbo desolador.




Una mirada a Europa: conservación vs. destrucción
En contraste con la triste suerte que parece deparar al patrimonio industrial de Valladolid, otras ciudades europeas han sabido abrazar y revitalizar sus monumentos industriales con gran éxito. Estas ciudades han convertido antiguas fábricas y naves en vibrantes centros culturales, comerciales y recreativos.
El Espacio Darwin, Burdeos (Francia)
Situado en la orilla derecha de Burdeos (Francia), en el distrito de La Bastide, este antiguo cuartel se ha convertido en uno de los lugares más visitados de la ciudad. Fue eco-renovado y ahora es un espacio de ocio y cultural donde también se hallan tiendas y espacios de coworking.

El Distrito de Castlefield, Manchester (Reino Unido)
La transformación del distrito de Castlefield en Manchester es un claro ejemplo de cómo la conservación del patrimonio industrial puede impulsar el desarrollo urbano. Lo que antes eran almacenes y muelles ferroviarios, ahora son apartamentos, restaurantes y espacios culturales. Estas actuaciones crean un entorno urbano dinámico y atractivo.

La estación Lille-Saint-Sauveur
La estación de Lille-Saint-Sauveur es una antigua estación de ferrocarril ubicada en Lille (Francia). Fue inaugurada como estación de mercancías en 1865 y fue clausurada en 2003. En 2009 el lugar se transformó en centro cultural y espacio de ocio, exposición y restauración para eventos.

Una lección del pasado: la destrucción de palacios en Valladolid
La historia de Valladolid está marcada por una serie de decisiones urbanísticas cuyas consecuencias aún resuenan en la ciudad contemporánea. A finales del siglo XIX, en un fervor por la «modernización», muchos palacios y edificios históricos fueron demolidos para dar paso a nuevas construcciones. Hoy lamentamos la pérdida de estas joyas arquitectónicas, una pérdida que no podemos permitir que se repita con nuestro patrimonio industrial.
Nuestra propuesta: aprovechar el potencial de nuestro patrimonio industrial
En Adelante Valladolid, entendemos que la conservación y revitalización del patrimonio industrial no solo es una cuestión de preservación histórica, sino también una oportunidad para impulsar un desarrollo urbano más inclusivo y sostenible. Proponemos aprovechar al máximo los recursos que nos brindan estos monumentos, transformándolos en espacios vivos y funcionales que enriquezcan la vida de nuestra ciudad.
El depósito de locomotoras como zona comercial
En lugar de dejar que el depósito de locomotoras se desmorone en el olvido, proponemos convertirlo en un mercado o zona comercial. Este espacio podría convertirse en un eje primordial para el comercio local, el arte y la cultura en la ciudad, atrayendo tanto a residentes como a visitantes.

Los antiguos talleres de RENFE como bibliotecas, auditorios, museos…
Las vastas naves de los antiguos talleres de RENFE ofrecen un potencial sin explotar para albergar instalaciones culturales y educativas. Imaginamos la creación de bibliotecas, auditorios, gimnasios… También proyectamos la implantación de un museo del ferrocarril que celebre la historia y la importancia del transporte ferroviario en nuestra ciudad.
La Azucarera de Santa Victoria como centro polivalente
Proponemos dar una nueva vida a la azucarera de Santa Victoria, convirtiéndola en un centro polivalente, en el que también se puedan realizar congresos y eventos que revitalicen el corazón de Valladolid. Este proyecto no solo preservaría un importante monumento histórico, sino que también contribuiría a dinamizar la actividad económica y cultural de la ciudad.

En conclusión, la conservación del patrimonio industrial no solo es una cuestión de preservar el pasado, sino también de construir un futuro más próspero y vibrante para nuestra ciudad. En Adelante Valladolid, estamos comprometidos a trabajar en colaboración con la comunidad para asegurar que estos monumentos sean no solo conservados, sino también celebrados y aprovechados para el beneficio de todos los ciudadanos. Las ciudades ya no compiten por más habitantes, sino por más patrimonio, y estamos decididos a asegurar que Valladolid esté a la vanguardia de este movimiento.